ANALFABETISMO ORGANIZADO

Por Guillermo Ferreira.

No es ninguna novedad que desde hace décadas se viene buscando que el grueso de la población sea lo más analfabeta posible. Para lograr esto se pusieron en marcha políticas cuidadosamente planeadas que deterioraron notablemente al sistema educativo. Es así que las escuelas antes nacionales, pasaron a ser provinciales; se burocratizó a los consejos escolares y se favoreció que sean corruptos; se elaboran desde hace años textos inútiles para las jornadas de perfeccionamiento docente; se importó la Ley Federal de Educación que trajo efectos devastadores; se carga a inspectores y directores de tareas burocráticas que los alejan de su verdadera función; se baja el nivel de los institutos de formación docente.
Muchas de las leyes educativas sancionadas, responden a la imposición que sufren los países de la región, por parte de los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial, etc.) y que nuestros gobiernos corruptos aceptan para satisfacer sus propios intereses personales.
Se ha elaborado una eficiente telaraña para desanimar al docente y que termine bajando los brazos. La gran cantidad de alumnos por curso, las jornadas inservibles, los problemas sociales de los educandos que al docente le resultan imposibles de contener, la ineficiencia de la obra social, los edificios escolares a la miseria, son todos ladrillos en la pared ( como decía Pink Floyd), que desmoralizan y quitan motivación al maestro y profesor. Como docentes debemos alertar a la sociedad sobre lo que está pasando. El fracaso escolar se nos termina achacando a nosotros o a la familia que no apoya al alumno, creándose un falso debate que nos aleja de las verdaderas raíces del analfabetismo.